La continuación de mi historia va de la mano de mi amado Luis Rodríguez, compañero de vida y un maestro para mi. Gracias a él, tras muchos años fuera de la capital y del mundo del espectáculo, volví a Madrid, esta vez, para adentrarme en el Camino del Gong de la mano del Gran Maestro Don Conreaux. De pronto, las palabras de Don hicieron que todas las piezas de mi puzzle volvieran a encajar: «Cuando Hamlet gritó desde su monólogo interior «no más, no más», era el grito de la prisión del pensamiento lineal; Al igual que Hamlet, el ser humano está atrapado buscando soluciones lineales que operan en una rutina de «ser o no ser». Recorrer los pasos del Gran Tono universal del Gong significa salir del pensamiento lineal de nuestra identidad egoica mundana, presente en nuestra historia humana; «Ser o no ser» no está en nuestro pensamiento contemporáneo, no puede ser la verdadera pregunta, pero… «ser y no ser», es la verdadera respuesta». Magnum Opus del Gong, Don Conreaux
Vi cómo se reconciliaban mi pasado y mi presente cuando volví a subirme a un escenario a través de los sonidos chamánicos de los gongs y de nuestras voces cantando las canciones que anunciaban un nuevo arte, una nueva tierra. El «nuevo espectáculo para la humanidad» incluía a artistas que están despertando a una nueva consciencia, facilitando sanación, armonía y luz a todos los espectadores. Como bien dice Jodorowsky, «solo has de adquirir el poder de ayudar. El arte que no sirve para sanar no es arte». Así llegué al epicentro de mi SENTIDO, la comprensión de mi propósito. El teatro, el canto, el nuevo espectáculo para mi recuperaba el valor de lo SAGRADO, algo que había olvidado. Es TEATRO SAGRADO, ES CANTO SAGRADO, ES SONIDO SAGRADO. En mi camino esta nueva integración de mi ser, llegó a través del Camino de la Consciencia GONG, que unificó todas mis piezas en una sóla y donde estos maravillosos intrumentos sirven al propósito de UNIDAD, nos conectan con el latido universal del «GONG-OM» de nuestro corazón. A todos los que nos gusta actuar en público y transmitir a través del Arte, y nuestra propia Voz, ahora tenemos la oportunidad de seguir avanzando en la espiral ascendente de la consciencia mediante una nueva forma de espectáculo y arte.
¿Quién Soy?, si me hubiera conformado con el concepto y visión que tenía de mi misma la primera vez que me lo pregunté, no hubiera llegado aquí, ni siquiera hasta ti, aquí y ahora. Y es muy posible que tengamos algo en común: hemos conocido el dolor y la alegría, y compartimos este momento Presente donde tú y yo Somos Uno. ¡Gracias por estar aquí!