Según el Yoga del Sonido (Nada Yoga), existen dos tipos de sonido: sonidos Ahata, que son aquéllos externos que escuchamos al tocar el gong; y sonidos Anahata, que son aquellos sonidos cósmicos que cada persona escucharía internamente en meditación durante el baño de gongs según sus necesidades individuales.
Yogui Bhajan afirmaba que no hay mente humana que pueda resistir los sonidos fetales de un gong bien tocado, los cuales nos llevan a un estado de profunda relajación, apaciguando el flujo de pensamientos, estimulando el sistema glandular y la circulación, reduciendo tensiones y armonizándonos a todos los niveles. El baño de gongs conduce a las personas que lo reciben a un estado de sunie, de quietud mental, en donde podemos «escucharnos» y experimentar otros estados de consciencia de mayor neutralidad, conexión con el corazón y unión con el Todo. De este modo, la energía Divina puede «tocarnos» a través del gong.