Los tonos del gong se perciben de manera global, no sólo con los oídos, y son capaces de hacernos perder el sentido de identificación con nuestro cuerpo, ayudándonos a liberarnos de las limitaciones del mundo material tridimensional, como si estuviéramos flotando en un océano etérico de vibraciones táctiles, las aguas del Akasha, en unidad con lo Divino (Samadhi). Los efectos más inmediatos del tono OM del gong, según palabras de nuestro querido Maestro Don Conreaux, son:
1. Desmaterialización (cese del sentido de lo físico);
2. Levitación y liviandad (cese del sentido de la gravedad);
3. Rejuvenecimiento (sentir el éxtasis de la plenitud de la fuerza de la vida);
4. Paz interior (cese del sentido del paso del tiempo)
5. Inmortalidad (sentido de continuidad de conciencia sin cuerpo, eliminando el temor a la muerte física)
6. Trascendencia (experimentar simultáneamente una parte y el todo en una poderosa sinergia o armonía funcional)
7. Éxtasis (escuchar a través del oído total del cuerpo)